Hay días en los que tienes la sensación de que todo está conectado y yo ayer tuve uno de esos días. Llevaba tiempo sin ver a dos grandes amigas y quedamos a desayunar en el centro de Madrid para después de tanto tiempo vernos las caras y ponernos al día. Ya me habían hablado del éxito de la pastelería Mamá Framboise pero me sorprendió como un domingo a las 10.00, pocos minutos después de abrir las puertas, ya estaban prácticamente todas las mesas ocupadas. Con sólo poner un pie en el local, viendo su detallada decoración y probando su repostería artesanal, ya te das cuenta del cariño que esta gente pone en lo que hace y que demuestran también en la manera en la que hablan de su propia historia:
“Basada e inspirada en el libro de Joanne Harris “Cinco Cuartos de Naranja”, en él, su protagonista, Framboise, evoca sus recuerdos de infancia siempre ligados a los dulces y las viandas que junto a ella preparaba su madre. A través de sus sabores sencillos, de la artesanía, de los ingredientes naturales de alta calidad, del entorno, la decoración y el cuidado por nuestro trabajo Mamá Framboise evoca la tranquilidad, la desconexión, la entrada en un universo dulce que nos aleja por un momento de la rutina y nos hace zambullirnos en un placer inigualable para todos nuestros sentidos”
¿Un sitio donde tomarse un café y una pieza de repostería?: no, un sitio donde poder escapar de tu rutina y dar placer a tus sentidos…
Allí nos tiramos más de tres horas, robándonos el turno constantemente después de tanto tiempo sin vernos y, entre las mil batallas que nos contamos, surgió la conversación sobre la importancia de amar lo que uno hace. Una contaba lo que le flipa impartir sus clases de spinning poniendo la música con la que vibra: desde el “Jump” de Van Halen, U2, Led Zeppelin o Janis Joplin, pasando por Camilo Sesto. Le lleva bastante tiempo hacer las mezclas para las sesiones pero disfruta haciéndolo y sabe que sus alumnos se lo pasan genial y lo agradecen. La otra comentaba que se podía pasar horas haciendo “fotografía callejera” y captando esos momentos de lo cotidiano que son tan especiales, pero que muchas veces nos pasan desapercibidos a los que casi siempre vamos con prisas. Hablamos de lo bonito y de lo feo, de lo ilusionante que es perseguir un proyecto que te apasiona y también de las dificultades en el camino.
Una de las excusas para reunirnos fue que la semana pasada había sido mi cumpleaños y recibí por su parte como regalo un precioso ramo de tulipanes de la tienda “Margarita se llama mi amor”. No conocía esta floristería pero sólo por el nombre, ya me olía de nuevo a gente que le pone mucho cariño a lo que hace, así que me puse a cotillear su página web y me encontré con esto:
“Margarita se llama mi amor” es más que una tienda de flores, es un espacio en el que se respira el entusiasmo y el amor hacia todo lo natural. Donde un equipo de tres personas, con una larga trayectoria profesional, trabaja intensamente para seleccionar las mejores flores y plantas del mercado, prepararlas para su venta, cuidado y correcta conservación.
“Margarita se llama mi amor” nace con la idea de crecer día a día, el deseo de trabajar con libertad y estilo dentro del universo creativo de las flores, plantas, árboles… y la ilusión de contagiar nuestra felicidad al hacerlo.”
¿Una floristería más?: no, una manera de contagiar felicidad a través del universo creativo de las flores…
Y por si no me hubiese quedado claro el mensaje a lo largo del día, “causalidades” de la vida, ayer recibí un link a un vídeo de Wella Professional. Sólo con ver el comienzo ya me enganchó: “Nos une una PASIÓN” y, el resto del vídeo, es pura devoción de un grupo de personas por una profesión que les une, que aman y a la que le dan un sentido más allá del que todos los demás podamos imaginar. Ante la que presiento será una pregunta del estilo: ¿qué consigues a través de tu trabajo?, responden cosas como: “poner guapa a la gente”, “un mundo más bello”, “dar color a la vida de los demás”, “hacemos a la gente más guapa y el mundo más bello”, “te hace sentir que estás haciendo algo bueno, te hace sentir grande”… ¿Intuyes de qué profesión se trata?:
Todo esto me hizo reafirmarme en la idea de la importancia de persistir en la búsqueda de lo que mi admirado Sir Ken Robinson denomina el Elemento, que no es otra cosa que la suma entre PASIÓN y TALENTO. Cuando estás conectado con eso que te apasiona, que normalmente coincide con lo que se te da bien, llegas a ese estado en el que el tiempo se te pasa volando. Y una vez descubierto tu Elemento llega otra etapa muchas veces no exenta de dificultades, la de buscar la manera de vivir de él: «Haz de tu pasión tu profesión»
Hay algo que creo que une a todas las personas que consiguen convertir su pasión en su profesión y es la sensación de no estar trabajando, de no contar las horas que faltan para que su jornada termine, de ni siquiera pensar en el día de su jubilación…o que si por alguna razón deciden que ese día llegue…se les caigan las lágrimas como al entrañable peluquero jubilado del vídeo cuando dice lo de: “Todavía sueño con cuando estaba en activo”… ¡Qué grande!
¡¡¡Me encanta!!!