Cultura Centrada en las Personas (Parte 1)

Quizá algunos de los que ahora mismo estáis en la difícil tarea de gestionar un negocio y un equipo de personas en el contexto actual, pensáis que tenéis muchas más prioridades que atender que la de poneros a transformar vuestra cultura corporativa. Sobre todo en el caso de empresas muy burocratizadas y jerarquizadas esto puede resultar complicado en el corto plazo. Sin embargo, como psicóloga, soy siempre partidaria de empezar con pequeños pasos que, en un futuro no tan lejano, puedan marcar una enorme diferencia.

¿Qué es una Cultura Centrada en las Personas?

Hay muchísimas definiciones de este tipo de cultura organizativa ya que se trata de un concepto poco tangible. Sin embargo, hay una que me gusta especialmente:

«La cultura es aquello que no solo refleja el carácter de la organización sino también las características emocionales de los individuos dentro de ella. Dota a la compañía de personalidad, cambiándola desde un objeto mecánico e impersonal a un ser vivo capaz de crecer y transformarse»

(Weymes, 2005)

Para mí la cultura en una organización es su alma, eso que diferencia a un proyecto empresarial de los demás, lo que le hace único y genuino. No en vano las empresas que nacen con un fuerte foco en la cultura o aquellas que se transforman para hacerlo, llaman a su departamento de recursos humanos «People & Culture». Dejan ya bien claro con esa denominación que lo que les importa son las Personas y su cultura corporativa. Normalmente, se trata de empresas que quieren poner el foco en las personas y construir una cultura que gire en torno a ellas. Esto hace que los empleados se identifiquen más con el proyecto y enfoquen sus esfuerzos al bien común.

Los líderes de compañías centradas en las personas entienden que su gente es su cliente número uno. Cuando consiguen a través del hilo conductor de la cultura construir un entorno seguro y estimulante para sus empleados, éstos llegan a altos niveles de compromiso y satisfacción con el proyecto, aspecto que sin duda va a impactar en su segundo principal cliente: la gente que compra sus productos o servicios.

A nivel internacional, Virgin Group es un claro ejemplo de organización con cultura centrada en las personas. Su carismático fundador, Richard Branson, nos lo cuenta en este vídeo:

También en nuestro país tenemos muchos casos de compañías con este enfoque, sobre todo startups y Pymes con una estructura plana que hacen que su cultura brille y se refleje en todo lo que ponen en marcha: desde el contenido que reflejan en su website, los perfiles que publican para nuevas contrataciones, sus entrevistas a candidatos o sus protocolos de bienvenida para nuevas incorporaciones. Además, suelen ser organizaciones que manifiestan un claro sentido del propósito, una misión, la razón por la que su proyecto existe que, a su vez, intentan alinear con los propios valores de sus empleados. A continuación os muestro algunas imágenes de la website de la empresa española Vizzuality que reflejan a la perfección la relevancia que dan a su propósito y a las personas que lo hacen posible día a día:

Para mí que la cultura se manifieste al público de una manera tan explicita me parece que aporta a una empresa grandes ventajas. Tanto si eres un cliente, como un colaborador o un candidato que opta a alguno de sus puestos vacantes, ya sabes el perfil de empresa con el que te vas a encontrar.

La startup tecnológica Nailted, ha realizado un estudio para tomar el pulso al estado de la cultura de empresa de las organizaciones tecnológicas de España. El Tech Culture Report 2020, contó con 800 participantes de empresas del sector tecnológico y se realizó entre septiembre de 2019 hasta marzo de 2020. En sus conclusiones resaltan que «una cultura de empresa eficaz genera mejores índices de rotación, satisfacción, rendimiento del empleado y otros factores que desembocan en una mayor rentabilidad frente a competidores con cultura menos notable». Señalan, por otra parte, que el sector tecnológico tiene un margen de mejora considerable en algunos puntos:

  • Incorporación de la cultura en los diferentes ámbitos y situaciones laborales.
  • Mejor alineamiento entre valores, planes y objetivos empresariales
  • Mejora de la comunicación en cuanto a los objetivos y dirección de la empresa
  • Aumento de la frecuencia en el reconocimiento

En mi próxima entrada os hablaré de algunas claves que considero esenciales a tener en cuenta en un modelo de Cultura Centrada en las Personas. ¡Feliz semana!

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